El ventrílocuo Balder, agradece a Marino Gómez-Santos la entrevista que le hizo en el Diario Pueblo No hace mucho, aún asombraba el ventrílocuo, como pasmaba y entretenía casi todo, porque la capacidad de fascinación de las gentes estaba prácticamente virgen. Entonces no padecíamos la hiperestimulación de las redes o de las pantallas, ni las exigencias y apremios del enjambre en el que se ha convertido la sociedad actual. Cualquier cosa maravillaba porque era novedad, algo extraordinario, aún en su mayor simpleza y candidez. Fascinaban los pirófagos, los hialófagos, los faquires, los leones indolentes falsamente sometidos por el látigo del domador, los autómatas, el cine mudo, el forzudo de pega, los pasajes del terror, los relojes de cuco y la exhibición, por pueblos miserables de adobe, de teratologías ambulantes. El mundo era ingenuo y bárbaro a su manera, como un cuadro de Gutiérrez Solana. África era exótica, China misteriosa y el triángulo de las Bermudas una
El escritor y periodista Marino Gómez-Santos donó a la Universidad Rey Juan Carlos su Fondo Documental Personal (FDMGS) formado por unos 70.000 documentos gráficos, sonoros y en papel, en los que se recoge una parte relevante, y muchas veces íntima, de la historia de España del siglo XX. El archivo se encuentra en una sala de acceso restringido de la Biblioteca del Campus de Fuenlabrada. En este blog mostraremos periódicamente sus contenidos a partir de un personaje, un tema o un acontecimiento.