Severo Ochoa, tomavistas en mano, filmando una comida campestre Severo Ochoa tuvo varias pasiones. Las dos principales fueron, como es bien conocido, la ciencia y su esposa, Carmen García Covián, devociones que estuvieron indisolublemente unidas durante toda su vida. Para Ochoa, la ciencia y su mujer fueron sus dos grandes pasiones Severo Ochoa era un notable aficionado a la fotografía. Carmen en Flushing-Meadows, Nueva York, 1959 Además, a Severo Ochoa le entusiasmaban los viajes, la música clásica (singularmente la ópera, Beethoven, los oratorios de Bach…), la fotografía y los automóviles. Un jovencísimo Severo Ochoa, acompañado de su primo, al volante y convenientemente ataviado, cuando los automóviles no tenían parabrisas ni capota y sí, algunos, strapontin o siège de coffre en la parte trasera, habitáculo más conocido en España como ahí te pudras Severo Ochoa posando con su flamante automóvil, un Ford Thunderbird descapotable. Flushing-Mea
El escritor y periodista Marino Gómez-Santos donó a la Universidad Rey Juan Carlos su Fondo Documental Personal (FDMGS) formado por unos 70.000 documentos gráficos, sonoros y en papel, en los que se recoge una parte relevante, y muchas veces íntima, de la historia de España del siglo XX. El archivo se encuentra en una sala de acceso restringido de la Biblioteca del Campus de Fuenlabrada. En este blog mostraremos periódicamente sus contenidos a partir de un personaje, un tema o un acontecimiento.